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A lo largo de los mismos, debo reseñar el incremento notable en el número de lectores (muchos alumnos que nunca habían leído descubren en la lectura una fuente de enriquecimiento personal).
Por último, leer lleva aparejado un aumento de vocabulario, así como querer ejercitar también la expresión escrita. Son y han sido muchos los alumnos que han participado conmigo en concursos literarios, logrando algún galardón en numerosas ocasiones.
Presentamos algunos trabajos premiados en cursos anteriores (he desarrollado mi labor como docente en varios centros hasta obtener mi destino definitivo).
Ahora, en el curso académico 2016-2017, trabajo gustoso en el IES "Ribera del Fardes" de Purullena (Granada).
Para que mi alumnado siga leyendo y escribiendo, incluyo enlaces en los que pueden leerse trabajos de ex-alumnos que consiguieron ganar certámenes, así como recortes de prensa en los que se habla de nuestra labor.
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Los siguientes relatos se alzaron con sendos galardones con motivo de un concurso de relatos sobre Charles Dickens organizado por la emisora de Radio 21. Fue en el año 2012 (trabajé como docente en el IES "Aricel" de Albolote).
El niño perdido en Inglaterra
En Londres (Inglaterra) había un niño llamado Oliver Mist de doce años de edad. Era huérfano, ya que sus padres, según le habían contado porque él nos los llego a ver, murieron en un accidente de tráfico. Estaba solo y asustado en una gran ciudad, en la que casi todos los días había crímenes, atracos…
Cierto día Oliver conoce a un rico que le da hospitalidad en su casa durante tres días.
Ese hombre rico, que se llamaba James, tenía un hijo con el que jugó Oliver y disfrutó mucho. James decidió que Oliver viviera allí, y mientras, él investigaría sobre el accidente de sus padres.
Pasaba el tiempo, pero James no obtenía información que le aclarara más y Oliver no paraba de preguntar que si sabía algo. Un hombre lo llamó, pero solo era un estafador que quería ganar dinero.
A la semana siguiente consiguió el teléfono de un amigo de los padres de Oliver y fue a hablar con él. Le dijo que sus padres tuvieron que irse a Francia porque aquí no tenían dinero para mantenerlo y allí a su padre le salió un trabajo. James llevó a Oliver a Francia.
Cuando llegaron al domicilio que le había dicho el hombre, James tocó a la puerta y la abrió una mujer. Le pregunto que si tenían un hijo llamado Oliver y si lo habían abandonado. Al principio dudó un poco en responder, pero al final dijo que sí. Al escuchar eso Oliver salió de donde estaba escondido y se abrazó con ella. Todos estaban muy felices. James le dejó un cheque de dinero por si alguna vez le faltaba.
Ahora Oliver era el niño más feliz del mundo y siempre se lo agradeció a aquel buen hombre.
Ignacio Martinez Torres
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Un cambio inesperado
Aquella Navidad no representaba esa época de amor y paz en el mundo. En la empresa no había regalos que hacer para mostrar el cariño y afecto a los demás, pero algo estaba pasando. El Sr. García, ese día actuaba de forma diferente a como lo hacía por costumbre. Reunió a todos sus trabajadores y les propuso un nuevo plan de trabajo con algunas sorpresas. Siempre había sido avaricioso y egoísta y su empresa funcionaba bien gracias al esfuerzo de los demás. El protagonista de la historia, aquella noche, había leído “Cuento de navidad” de Charles Dickens y algo en su interior estaba cambiando. Se sentía muy culpable de sus logros y triunfos. Los había conseguido con los esfuerzos de personas que no eran consideradas como tales, y sintió la necesidad de compartirlos con los demás. En aquella reunión se dirigió a sus empleados como si fuesen sus propios hijos, ofreciéndoles su empresa como gratitud al trabajo realizado en ella, pidiéndoles a cambio que siempre pudiesen trabajar allí los más necesitados.
A partir de ese momento, el empresario decidió dar un giro drástico a su vida. Al salir a la calle, se encontró con un mendigo que le había pedido caridad y le dio una suma muy considerable de dinero. A la mañana siguiente, el hombre se levantó con una gran sonrisa en la cara y lo primero que hizo fue abrir la ventana de su habitación y gritar lo más fuerte que pudo: “Gracias mundo, me has ofrecido una oportunidad y la voy a aprovechar”.
El Sr. García cambió radicalmente, se volvió bueno y generoso. A veces la gente se burlaba del cambio que había dado, pero él seguía siendo feliz.
Paloma Mansilla Prados
Para más información, pueden pinchar en el siguiente enlace:
http://www.menudocastillo.com/2012/03/cuentos-sobre-charles-dickens-11.html
*Además logramos un hito histórico al lograr nuestro centro las categorías infantil-juvenil y adultosen dicho certamen. Ante esta situación, Ideal (diario de Granada) dedicó su sección "El lector" a la consecución de dichos premios. Los alumnos y el profesor (un servidor) resultaron ganadores de este concurso de microrrelatos.
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Adjunto también una carta con la que otra ex-alumna(durante mi estancia en el IES "Pablo Rueda" de Castillo de Locubín), obtuvo otro premio en un certamen con motivo del Día de la paz:
25 de abril de 1922
Querido amigo Hakim:
Te escribo esta carta desde mi celda. Es un poco oscura pero está limpia. No necesito mucho más. Sé que os preocupáis por mi salud, pero me encuentro bien. Disfruto de los rayos del sol cuando salgo al patio y paso el tiempo leyendo y orando.
Aunque piensas que es injusto mi encarcelamiento, no es así, merezco mi condena. Por mi culpa, han muerto inocentes y aunque era lo último que pretendía, así ha sido.
Sí, ya sé que hemos conseguido liberar a nuestro pueblo de los ingleses, que mi nombre es sinónimo de paz y que mi pensamiento de no violencia se ha extendido entre los pueblos, pero a pesar de esto no estoy tranquilo.
Seguiré luchando en favor de los derechos humanos mientras me quede vida, y haré todo lo posible para conseguirlo. ¿Huelga de hambre? Quizás..., si es necesario.
Pero basta de hablar de mí, ¿cómo te encuentras? ¿Cómo van las cosas fuera? Espero ansioso tu respuesta.
Tu amigo:
Ghandi
Lucía Contreras Anguita
I.E.S.”Pablo Rueda”
Castillo de Locubín
Este es el texto premiado en nuestro concurso sobre Ghandi, que ha ido a parar una vez más a Castillo de Locubín y al IES Pablo Rueda. Nuestro más sincero agradecimiento a Rafael Bailón, el profe que hace posible que sus alumnos estén participando (y ganando) en tantos de nuestros concursos. Esperamos más textos vuestros amigos, es un placer recibirlos y leerlos.
Y, por supuesto, ¡¡¡Enhorabuena Lucía!!
*Como se ve en la nota emitida por el programa, no fue el único certamen ganado por ex-alumnos míos (en este caso de Castillo de Locubín, Jaén).
Este año, todos y cada uno de quienes sois mis alumnos, estáis inmersos en un proyecto que pretende fomentar la expresión oral y escrita. Pero, principalmente es la lectura mi objetivo máximo.
Estaremos atentos a los fallos de aquellos concursos en los que estamos inscritos, si bien como siempre digo: "Lo importante es participar".
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