Albolote, a 21 de marzo de 2012
Querido Lorca:
No sé dónde te encuentras, supongo que descansas en paz en algún lugar mejor que en aquel maldito barranco donde unos miserables te fusilaron. Te habrán quitado la vida, pero no han podido destrozar esa larga carrera que te ha hecho llegar a lo más alto. Te preguntarás cómo están tus padres y hermanos. ¿Recuerdas a Francisco, Concha e Isabel? Supongo que seguirán en Fuente Vaqueros, con la esperanza de que tu alma les vuelva a hacer compañía algún día. Paseando por tu pueblo, recordé lo mucho que te gustaba danzar entre las alamedas, y gracias a todos esos esfuerzos y ánimos que te han hecho seguir adelante, has llegado a ser el poeta y dramaturgo de mayor influencia y popularidad de la literatura española, y tu obra ha sido leída por estudiantes de todas las edades.
Fuiste poeta en Nueva York y tu obra supuso para ti un grito de horror, de denuncia contra la injusticia y la discriminación, contra la deshumanización de la sociedad moderna y el desequilibrio del ser humano, al tiempo que reclamaba una nueva dimensión donde predominase la libertad y la justicia, el amor y la belleza.
Tras tu paso por la casa de Bernarda Alba conociste a una señora que decidió guardar luto al ser viuda por segunda vez, siendo su único apoyo sus cinco hijas.
Conociste a Yerma, una campesina casada, frustrada por no poder ser madre y que anhelaba sentirse una mujer completa.
Visitaste a la zapatera prodigiosa y le hiciste reflexionar sobre todo lo que le había hecho y dicho a su marido; y a cambio ella te aportó su carácter.
No olvido Bodas de sangre, obra que fraguaste en torno al triángulo amoroso de Leonardo, la novia y el novio.
Si me pudieses responder, estés donde estés, te pediría que me hicieses un pequeño favor. Me gustaría que me contases el desenlace de “La fuerza de la sangre”, obra que dejaste inacabada y que hubiese llegado a lo más alto si no hubiese sido por aquella maldita e injusta guerra.
La semana pasada recibí una llamada de tu íntimo amigo Rafael Alberti. Ya sabes que él nunca se olvidó de ti y lo mismo les ocurre al resto de poetas andaluces. Me dijo que para él nunca te fuiste a la otra vida y que te sigue y seguirá llevando en su corazón (muestra de ello es su poema “Lorca, poeta y amigo”). Otra gran compañera que me dio recuerdos para ti es Margarita Xirgu, pues tantos años trabajando juntos han dejado marca en su interior.
Llegó la hora de despedirme, tras esta conversación entre amigos, sobre la vida de un gran poeta y sus obras.
Hasta siempre Federico, nunca te olvidaré.
Muy atentamente,
Paloma Mansilla Prados”( 1ºESO F).
Quiero dar las gracias a todas las personas y profesores que me han animado a participar en todos los concursos que se han realizado a través del departamento de lengua y que gracias a ellos nos han dado la oportunidad de sentirnos grandes narradores a nuestra corta edad, y animar a todos a seguir participando en estos concursos, pues aunque no obtengamos premios directos nos hace despertar nuestra imaginación.
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